Aunque sus nombres suenan similares, sus causas, síntomas y tratamientos son completamente diferentes

En el ámbito ginecológico, la endometritis y la endometriosis suelen generar confusión debido a la similitud de sus nombres. Sin embargo, se trata de dos afecciones muy distintas, tanto en su origen como en sus consecuencias para la salud de la mujer. Los especialistas en ginecología señalan que reconocer sus diferencias es clave para buscar atención médica adecuada y evitar complicaciones.

Endometritis: inflamación del revestimiento uterino

La endometritis es la inflamación del endometrio, generalmente causada por una infección bacteriana. Puede presentarse después del parto, tras un aborto o luego de procedimientos médicos como legrados, biopsias o colocación de dispositivos intrauterinos.

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Síntomas comunes: fiebre, dolor abdominal, sangrado anormal y secreción con mal olor. Tratamiento: suele resolverse con antibióticos, y su pronóstico es bueno si se detecta y trata a tiempo.

Endometriosis: tejido endometrial fuera del útero

La endometriosis, en cambio, es una enfermedad inflamatoria crónica en la que el tejido similar al endometrio crece fuera del útero, afectando ovarios, trompas uterinas, peritoneo y, en casos menos comunes, otros órganos como vejiga o intestino.

Síntomas característicos: dolor pélvico intenso, menstruaciones dolorosas, dolor durante las relaciones sexuales, problemas digestivos o urinarios y, en algunos casos, infertilidad. Tratamiento: no tiene cura definitiva, pero se puede controlar con analgésicos, terapias hormonales y cirugía laparoscópica para extirpar lesiones.

(Fuente: DIFUSIÓN)

Diferencias clave

· Origen: la endometritis es una infección; la endometriosis es un trastorno inflamatorio benigno.

· Localización: la endometritis afecta el interior del útero; la endometriosis, zonas fuera de él.

· Tratamiento: la primera se cura con antibióticos; la segunda requiere manejo a largo plazo y, en ocasiones, cirugía.

· Pronóstico: la endometritis suele resolverse sin secuelas; la endometriosis puede ser crónica y afectar la fertilidad.

Tanto la endometritis como la endometriosis requieren diagnóstico médico especializado para evitar complicaciones. Por ello, ante síntomas como dolor pélvico, sangrados anormales o fiebre, es fundamental acudir a un profesional de la salud.

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